La caída del socialismo-real producto de los deseos de la burocracia stalinista (que corrompió el legado de la Revolución Bolchevique) de convertirse en burguesía capitalista no fue un acto pacífico como nos quieren hacer creer. Lamentablemente, las perversas tergiversaciones que hizo la mencionada burocracia del pensamiento marxista impidió a los ciudadanos soviéticos conocer el verdadero socialismo científico, defendido por el heroico Trotsky y tantos otros. De esta forma, los elementos libertarios terminaron apoyando un régimen de opresión y explotación como el capitalismo. Ésta confusión ideológica tuvo lugar entre las masas de los países que tenían Estados stalinistas.

En Rusia, el dictador borrachín Yeltsin, demagogo mentiroso y criminal (recordemos además sus acciones con el tema de Chechenia), se convirtió en el primer jefe de Estado republicano capitalista de Rusia en el año 1991. El 21 de septiembre de 1993, Yeltsin quiso abolir por decreto el Congreso de los Diputados del Pueblo y del Soviet Supremo, órganos a los que veía como impedimentos para sus políticas de convertir a Rusia en territorio del capitalismo más rancio. Dichos decretos no iban de acuerdo a la legalidad y fueron rechazados por el Congreso, que destituyó a Yeltsin de la Presidencia. Éste respondió con el poder militar (como siempre hacen los opresores) y dio un golpe de Estado asediando el Congreso. El 5 de octubre de 1993 fue derrotada toda resistencia y Yeltsin pudo seguir al mando de la restauración, tras dejar 187 muertos.

Ayer 5 de octubre de 2009 se conmemoró un nuevo aniversario de la masacre ocurrida en el otoño de 1993 en Rusia:


Más información sobre el golpe de Yeltsin.


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1 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias por el enlace compañero
un saludo

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