Socialismo Actual

El objetivo de este artículo es tratar sobre la postura de la Revolución Cubana y sus más destacados dirigentes con respecto a los líderes de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, el primer y más grande Estado obrero del mundo: V. I. Lenin, José Stalin, Nikita Jruschov, Leónidas Breznev y Mijaíl Gorbachov.

Con la construcción del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba en 1962, tras la proclamación del carácter socialista del proceso que tenía lugar en la isla, se comienza la instrucción de los militantes en el marxismo-leninismo. Por ejemplo, está disponible en línea el prólogo al libro El partido marxista-leninista, publicado con el fin antes mencionado por la Dirección Nacional del PURSC en 1963.

El Partido Comunista de Cuba se inauguró en un evento de trascendencia histórica, cuando Fidel Castro leyó la carta de despedida de Ernesto Che Guevara el 3 de octubre de 1965. La Constitución lo define como: «martiano y marxista-leninista, vanguardia organizada de la nación cubana, la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia los altos fines de la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista».

La Revolución Cubana siempre se ha basado en las ideas de Marx, Engels y Lenin y sus héroes internacionalistas han luchado por tales ideas, como resaltara Fidel en un discurso el 7 de diciembre de 1989 (durante el abandono masivo del marxismo por parte de la burocracia stalinista de Europa Oriental).


Fidel Castro dice el 18 de abril de 1992:

«Los peores errores de Stalin son, además de su abuso de poder, su crueldad, sus purgas y la violación de la legalidad: la colectivización forzosa del campo, el pacto sin principios con los nazis en 1940, la ocupación de una parte de Polonia, la guerra a Finlandia, el haber descabezado al ejército soviético, no haber movilizado a todo el pueblo antes la invasión nazi y su reacción demasiado cautelosa antes de esa invasión.»

El 3 de junio de 1992, Tomás Borge de El Nuevo Diario de Managua le pregunta a Fidel Castro:

TB: Fidel, para la mayoría de los dirigentes revolucionarios latinoamericanos, la crisis actual del socialismo tiene un autor intelectual: José Stalin.

FC: Creo que Stalin cometió errores grandes, pero también demostró una gran sabiduría.

En mi opinión, acusar a Stalin de todo lo negativo que ocurrió en la Unión Soviética sería simplismo histórico, porque ningún hombre por sí mismo podría haber creado ciertas condiciones. Sería lo mismo que darle a Stalin todo el crédito por lo valioso de la URSS. ¡Eso es imposible! Creo que los esfuerzos de millones y millones de personas heroicas contribuido al desarrollo de la URSS y de su papel relevante en el mundo en favor de cientos de millones de personas.

He criticado a Stalin por un montón de cosas. En primer lugar, su violación del marco jurídico.

Creo que Stalin cometió un enorme abuso de poder. Esa es otra convicción que siempre he tenido.

Creo que la política agrícola de Stalin no desarrolló un proceso progresivo de socialización de la tierra. En mi opinión, el proceso de socialización de la tierra debería haber sido iniciado con anterioridad y llevado a cabo de forma gradual. Debido a su aplicación violenta, tuvo un alto costo económico y humano en un muy breve período de la historia.

También creo que la política de Stalin antes de la guerra era totalmente errónea. Nadie puede negar que las potencias occidentales promovieron a Hitler hasta que se convirtió en un monstruo, una amenaza real. El terrible debilidad mostrada por las potencias occidentales ante Hitler previo a la guerra no se puede negar. Esto alentó al expansionismo de Hitler y el temor de Stalin, que llevó a Stalin a hacer algo que voy a criticar toda mi vida, porque creo que era una violación flagrante de los principios: buscar la paz con Hitler a toda costa para ganar tiempo.

Durante nuestra vida revolucionaria, durante la relativamente larga historia de la Revolución Cubana, nunca hemos negociado un solo principio para ganar tiempo, o para obtener cualquier ventaja práctica. Stalin cayó por el famoso Pacto Molotov-Ribbentrop en un momento cuando los alemanes ya estaban exigiendo la entrega del corredor de Dantzig.

Creo que, lejos de ganar tiempo, el pacto de no agresión redució el tiempo, porque el estallido de la guerra iba a suceder de todos modos. Luego, en mi opinión, hizo otro gran error, porque cuando Polonia estaba siendo atacada, envió tropas a ocupar ese territorio, que se disputó debido a que había una población rusa o ucraniana, no estoy seguro.

También creo que la pequeña guerra contra Finlandia fue otro error terrible, desde el punto de vista de los principios y el derecho internacional.

Stalin hizo una serie de errores que fueron criticados por gran parte del mundo, y que situaban a los comunistas en una posición muy difícil al tener que apoyar cada uno de esos episodios.[...]

Las cosas que he mencionado no sólo están en contra de los principios y la doctrina, sino que son incluso contrarios a la sabiduría política. Aunque es cierto que hubo un período de un año y nueve meses desde septiembre 1939 hasta junio 1941 en el que la URSS podría haberse rearmado, Hitler fue el que hizo más fuerte.

Si Hitler hubiera declarado la guerra a la URSS en 1939, la destrucción habría sido menor que la destrucción causada en 1941, y habría sufrido la misma suerte que Napoleón Bonaparte. Con la participación del pueblo en una guerra irregular, la URSS hubiera derrotado a Hitler.

Por último, el carácter de Stalin, su desconfianza terrible de todo, le hizo cometer varios errores de otros: uno de ellos sería caer en la trampa de las intrigas alemanas y realizar una sangrienta purga en las fuerzas armadas y prácticamente decapitar al ejército soviético en vísperas de la guerra.

TB: ¿Cuáles cree que son los méritos de Stalin?

FC: Él estableció la unidad en la Unión Soviética. Consolidó lo que Lenin había comenzado: la unidad del partido. Le dio al movimiento revolucionario internacional un nuevo impulso. La industrialización de la URSS fue uno de las acciones más sabias de Stalin y creo que fue un factor determinante en la capacidad de resistir de la URSS.

Uno de los méritos más grandes de Stalin -y de sus colaboradores- fue el plan para transferir la industria bélica y las principales industrias estratégicas a Siberia y en los profundo del territorio soviético.

Creo que Stalin dirigió bien a la Unión Soviética durante la guerra. De acuerdo a muchos generales y Zhukov -el más brillante de los generales soviéticos-, Stalin jugó un papel importante en la defensa de la URSS y en la guerra contra el nazismo. Todos lo reconocen.

Pienso que debe hacerse un análisis imparcial de Stalin. Echarle la culpa a él por todo lo que pasó sería simplismo histórico.

El 4 de septiembre de 1995 Fidel agrega:

«Hitler adquiría poder en Europa tremendamente y se armaba hasta los dientes; la URSS seguía una política de purgas donde se cometieron todo género de abusos y de crímenes realmente. Claro, todas estas cosas se supieron después mucho mejor, a raíz de la denuncia que hizo Jruschov en el año cincuenta y tantos, después de la muerte de Stalin; pero prácticamente descabezaron el partido, descabezaron las fuerzas armadas, lo descabezaron todo y contribuyeron a crear las condiciones más adversas cuando llegó el momento de la guerra, si se exceptúa el gran esfuerzo de industrialización.»

En cuanto a la opinión del Che sobre Stalin, Fidel Castro recuerda que Guevara criticaba aspectos de Stalin (culto a la personalidad y otros errores) y que en la ocasión en que fueron arrestados por la policía mexicana (antes de partir en el Granma), discutía con las autoridades, defendiendo al comunismo y separándolo de los aspectos nocivos de Stalin. También, como Fidel, el Che le reconocía méritos como la industrialización.



Antes de la crisis de los misiles de octubre de 1962, Jruschov tenía muy buena imagen entre los cubanos. Se lo veía como un gran amigo que ayudaba a Cuba en los momentos donde el imperialismo yanqui iniciaba su larga e infructuosa campaña de ataques a la Revolución en la isla.

En internet hay dos discursos donde las versiones taquigráficas del Gobierno Revolucionario constatan este sentimiento: tanto el 21 de agosto de 1961 como el 22 de diciembre de 1961, en ambos se sintieron aclamaciones de «¡Fidel, Jruschov, estamos con los dos!».

Tras la crisis de los misiles no se volvió a tener un concepto positivo de Jruschov, ya que éste negoció con los estadounidenses sin tener en cuenta las demandas y opiniones de Cuba, que era la nación que estuvo en peligro inminente por esos días (no obstante, nunca se dejó de tener un concepto positivo de la Unión Soviética).

El Che Guevara señaló que en la economía soviética no se basaba en las ideas de Marx, sino en un sacralizado Manual de Economía Política que recogía «lo peor» de Lenin: la NEP. No sólo internamente la URSS estaba retornando al capitalismo: en política exterior la coexistencia pacífica era un «oportunismo de poca monta» y «una de las tesis más peligrosas de la URSS» y la crítica del Che a las potencias socialistas por no hacer parte del territorio socialista inviolable a Vietnam es muy conocida. Para saber más acerca del Che sobre Stalin, Trotsky, Jruschov y Mao recomiendo leer el artículo El antimanual del Che, de Néstor Kohan, publicado en cuatro partes: 1, 2, 3, 4.


De Breznev no hay demasiada información ni opinión alguna y no es de extrañar. Leónidas tenía alrededor suyo un ambiente de apatía, de hecho, a su gobierno, le llaman la etapa de estancamiento, ya que muchos consideran que con él no sucedió ni nada beneficioso ni nada negativo (sin embargo, el campo socialista alcanzó su máxima expansión y también creció enormemente la burocracia en la URSS).


En 1986, se inicia en Cuba el Proceso de Rectificación de Errores y Tendencias Negativas, una crítica revolucionaria al burocratismo y los métodos soviéticos de llevar adelante el socialismo, tanto a los previos a Gorbachov como a los de su gobierno. Fidel Castro repudia en varias ocasiones la perestroika que llevaba adelante Mijaíl Gorbachov en la Unión Soviética, quien visitó Cuba en 1989 y, contra lo que esperaba, Fidel le dijo que no iba a haber ninguna perestroika en la isla. En respuesta, Gorbachov le comunicó que si Estados Unidos atacaba a Cuba, la URSS no iba a ayudarla.

En la entrevista ya citada con un periodista nicaragüense se le pregunta a Fidel Castro (en 1992):

TB: Usted dijo hace poco, refiriéndose no al socialismo en general, sino a la URSS en particular, que el socialismo había sido asesinado, apuñalado por la espalda. En esta conspiración de los puñales que mataron a socialismo, ¿diría usted que Gorbachov fue uno de los asesinos?

FC: No, yo no podría decir eso de Gorbachov, porque tengo otra visión de Gorbachov y no es uno de un asesinos que trazaron la destrucción de la URSS.

La Unión Soviética se autodestruyó de una manera increíble. La responsabilidad de esa autodestrucción, sin duda, está en manos de los líderes del país, los que dirigieron esa nación. Ahora, algunos de ellos eran conscientes de que lo estaban destruyendo y otros no. Eso es lo que yo estaba tratando de decir, más o menos, y nosotros lo vimos así desde el comienzo.

No puedo decir que Gorbachov desempeñara un papel en el que estaba al tanto de la destrucción de la URSS, porque no tengo duda de que Gorbachov, luchaba para mejorar el socialismo.

Hemos aprobado de los esfuerzos soviéticos para mejorar el socialismo en la URSS. Pero no podía aprobar, y nunca hubiera aceptado, no sólo la destrucción del socialismo en la URSS, sino también la destrucción de la propia URSS. Un terrible daño causado a todos los pueblos del mundo y que ha creado una mala situación para el Tercer Mundo en particular.
[...]
En otras palabras, el socialismo no murió de causas naturales: se trataba de un suicidio. Eso es lo que quise decir.

La Revolución Cubana frente a los líderes soviéticos