[Tomado de
Rebelión.]
Numerosas personas en el mundo, empezando por millones de
cubanos, rindieron tributo a la memoria de Fidel Castro. Pero el
fallecimiento del revolucionario también fue la ocasión para sacar otra
vez algunos clichés de propaganda anticastrista que uno pensaba que
estaban sepultados con la Guerra Fría. Otra vez surgen en los medios de
comunicación. Castro condenó a los cubanos a la miseria mientras tenía
millones escondidos en una cuenta secreta; Castro hizo de Cuba una
cárcel al aire libre; Castro era homófobo… Y, obviamente, el inevitable
“Era un dictador”. Sometimos esto a uno de los mejores especialistas de
Cuba, Salim Lamrani, para un cuestionario “¿verdadero o falso?”.
-
Fidel Castro condenó a los cubanos a la miseria
Salim Lamrani: Los indicadores de las instituciones de las Naciones
Unidas sobre Cuba desmienten esta afirmación. Uno de los grandes logros
de Fidel Castro y de la Revolución es haber creado un sistema de
protección social que se considera unánimemente como el ejemplo a seguir
para las naciones del Tercer Mundo, universalizando el acceso a la
salud, a la educación, a la cultura, a la vivienda, a la seguridad, al
deporte y a la recreación.
Algunas cifras ilustran esta
realidad. La tasa de alfabetización es de más del 99 % y la UNESCO
subraya que los alumnos cubanos tienen los mejores resultados escolares
de toda América Latina en todas las asignaturas. Cuba dedica cerca del
14 % de su presupuesto a la educación. Ningún país en el mundo invierte
tanto en este sector. A guisa de comparación, Francia dedica alrededor
del 7% de su presupuesto a la educación. Desde luego, todas las carreras
son universales y gratuitas para todos los cubanos.
En cuanto a
la salud, la esperanza de vida es de cerca de 80 años y la tasa de
mortalidad infantil es de un 4,6 por mil. Ningún país del continente
americano, incluso Canadá y Estados Unidos, tiene una tasa de mortalidad
infantil tan baja. Según la UNICEF, Cuba es el único país de América
Latina y del Tercer Mundo que ha erradicado la desnutrición infantil.
Cuba es el primer país del mundo que ha eliminado la transmisión
materno-infantil del virus del sida. Obviamente resulta imposible
alcanzar semejantes indicadores sin un acceso a una buena alimentación, a
condiciones de vida decentes, un sistema de educación eficiente y
atención médica de primera calidad.
Podríamos disertar también
sobre la importancia de la cultura en Cuba, que se ilustra mediante
numerosas manifestaciones cada año. Podríamos evocar el espacio central
que ocupa el deporte que contribuye al bienestar físico y moral de los
ciudadanos y que les inculca valores de repartición, de generosidad, de
altruismo y de solidaridad, fundamentales para el equilibrio de la
sociedad.
Conviene recordar que estos extraordinarios logros,
únicos para un país del Tercer Mundo con recursos limitados, se
consiguieron en un contexto de hostilidad extrema. Cuba sufre sanciones
económicas sumamente severas que afectan a todas las categorías de la
sociedad y todos los sectores de la economía. Han costado más de 120.000
millones de dólares a la isla desde hace más de medio siglo.
-
Fidel Castro tenía una fortuna personal estimada en 900 millones de dólares.
SL:
La revista Forbes dio la estimación y confesó haber otorgado de modo
arbitrario una parte del PIB cubano a Fidel Castro. Por consiguiente la
cifra no es creíble. Por otra parte todos los observadores y todas las
personalidades extranjeras que tuvieron el privilegio de conocer a Fidel
Castro expresaron su asombro por las condiciones de vida austeras que
se imponía el líder de la Revolución Cubana. Sucede lo mismo para todos
los cuadros que tienen un cargo.
- Fidel Castro hizo de Cuba una prisión al aire libre y no vaciló en masacrar a quienes intentaban huir.
SL: Ninguna organización internacional señaló alguna vez un caso de
asesinato político, de ejecución extrajudicial, de desaparición o de
tortura en Cuba desde 1959. Ningún periodista fue asesinado en Cuba
desde el triunfo de la Revolución. Pocos países en el mundo, incluso los
más desarrollados, pueden presentar semejante balance en los últimos
sesenta años.
Hay más de cuatro millones de turistas que viajan
a Cuba cada año. Si Cuba fuera una prisión al aire libre, donde se
reprimiera a la población, se apresurarían a contar esta supuesta
realidad a su regreso de la isla y elegirían obviamente otro destino
para sus próximas vacaciones. Ahora bien, la inmensa mayoría de los
turistas regresan felices de su estancia en Cuba de la cual aprecian la
hospitalidad, el calor humano, la fraternidad, la historia, la cultura,
la seguridad, la ausencia de miseria (aunque hay pobreza) y no ven la
hora de regresar a la isla.
Si Cuba fuera una prisión al aire
libre no habría medio millón de cubanoamericanos que visitaran la isla
cada año. Conviene recordar que cada año más de mil cubanos que
emigraron al exterior deciden regresar definitivamente a su país de
origen. Estos hechos son elocuentes.
- Fidel Castro era homófobo.
SL:
Este tema ha sido instrumentalizado muchas veces por razones políticas.
En los años sesenta los prejuicios y las discriminaciones hacia los
homosexuales eran legión en todo el mundo. Ningún país escapó de ello,
incluso las democracias occidentales.
Cuando triunfó la
Revolución cubana, en 1959, la sociedad cubana era de tradición católica
y patriarcal y había, como en todas las naciones que tenían esas
características, prejuicios hacia ciertas categorías de la población.
La gran crítica que se emite contra Cuba concierne las Unidades
Militares de Ayuda a la Producción (UMAP) que duraron unos dos años en
los años 1960. Conviene recordar los hechos. En Cuba el servicio militar
es una obligación. En los años 1960 las personas que no deseaban hacer
el servicio por razones éticas, filosóficas, religiosas o personales,
debían hacer un servicio cívico realizando trabajos agrícolas en
unidades en el campo. En esas UMAP los homosexuales fueron víctimas de
discriminaciones, vejaciones y humillaciones y fueron alojados en
viviendas separadas.
Esas violaciones de los derechos humanos
llegaron a conocimiento de Vilma Espín, esposa de Raúl Castro, y sobre
todo Presidenta-Fundadora de la poderosa Federación de Mujeres Cubanas.
Entonces ella informó a Fidel Castro. Éste, que siempre se apoyó en la
juventud y los estudiantes, decidió mandar clandestinamente a un grupo
de militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas en las UMAP para
averiguar los hechos. Tras varias semanas de investigación emitieron un
informe abrumador que confirmaba los atentados contra los derechos de
esas personas y se cerraron las UMAP en 1968, o sea un poco menos de dos
años tras su creación. Conviene recordar que el único papel de Fidel
Castro en las UMAP fue proceder a su cierre definitivo.
Conviene recordar también que intelectuales como Virgilio Piñera y
Lezama Lima fueron marginados y condenados al ostracismo. Cuando se da
cierto poder a burócratas marcados por la ignorancia y los prejuicios,
este tipo de abuso es lamentablemente inevitable. La homosexualidad se
tipificó como delito penal hasta 1979 en Cuba.
¿Cuál es la
situación hoy día? Las autoridades han tomado medidas para luchar contra
los prejuicios. Así, en 1993, el Estado cubano financió la película
Fresa y chocolate,
que denuncia las discriminaciones y los prejuicios contra los
homosexuales. Desde 1995 los homosexuales participan como grupo en el
desfile del 1 de mayo. El Centro Nacional de Educación Sexual, que
preside Mariela Castro, realiza un trabajo pedagógico y cultural notable
con el apoyo del Estado cubano para luchar contra los prejuicios. El
Estado financia íntegramente las operaciones de cambio de sexo. Desde
2007 el Ministerio cubano de Salud Pública financia también un festival
de cine gay cada año. Adela Hernández, una persona transgénero nacida
bajo el nombre de José Agustín Hernández, fue elegida a la Asamblea
Municipal de la ciudad de Caibarién en 2012, lo que ilustra la evolución
de las mentalidades en Cuba. Según mi conocimiento no hay un caso
similar en Francia o en Estados Unidos. Estos hechos demuestran que la
situación de las personas con una orientación sexual diferente en Cuba
no corresponde a la imagen mediática vehiculada en las naciones
occidentales.
Dicho eso, resulta imprescindible ahora recordar
cuál era la situación de los homosexuales en el mundo, incluso en las
grandes democracias occidentales. En una palabra, era semejante a la de
Cuba en la misma época. Había muchos prejuicios. En Francia, en 1960, el
Gobierno del Presidente Charles De Gaulle calificó la homosexualidad de
“plaga social” y el Parlamento francés dio al poder ejecutivo el
derecho de legislar por decreto para combatir esta “plaga” (Ley n°60-773
del 30 de julio de 1960). Conviene recordar también que después de la
Segunda Guerra Mundial, los deportados homosexuales no podían pretender
ningún reconocimiento de su estatus de víctimas de guerra ni ninguna
indemnización. En 1968 Francia adoptó el punto de vista de la
Organización Mundial de la Salud y clasificó la homosexualidad como una
enfermedad mental. La OMS sólo abrogaría esta clasificación en 1991.
Francia consideró la homosexualidad como un delito penal hasta 1981. Hoy
día, en Francia, las poblaciones homosexuales todavía son víctimas de
algunas discriminaciones. Por ejemplo, no puede donar sangre en las
mismas condiciones que las categorías heterosexuales.
En
Estados Unidos la homosexualidad se consideraba un trastorno
psiquiátrico e incluso se “trataba” mediante la lobotomía hasta 1951.
Bajo el macartismo, los homosexuales perdían su empleo y a veces
terminaban en la cárcel. En los años 1970, la policía intervenía
regularmente en los bares de homosexuales. En marzo de 1970, 167
personas fueron arrestadas en un bar de Greenwich Village, en Nueva
York. Hasta 1990, los servicios de inmigración podían negar la entrada a
Estados Unidos a los extranjeros homosexuales. En los años 1980, la
homosexualidad era un delito penal en la mitad de los 50 Estados de
Estados Unidos. Hoy día aún, en el siglo XXI, en Estados Unidos la
homosexualidad es un delito penal en 13 Estados sobre 50.
- Fidel Castro era un dictador
SL: Ningún dirigente en el mundo puede quedarse 30 años a la cabeza de
un país –pues conviene recordar que Fidel Castro fue presidente de 1976 a
2006– en un contexto de guerra larvada con Estados Unidos sin un apoyo
mayoritario del pueblo.
Los diplomáticos estadounidenses que
operan en Cuba son muy lúcidos al respecto. En un memorándum de 2009
Jonathan Farrar, entonces Jefe de la Sección de Intereses
Norteamericanos en La Habana –no había todavía una embajada en esa
época– subrayó que “sería un error subestimar el apoyo del cual dispone
el Gobierno particularmente entre las comunidades populares y los
estudiantes”.
Todos los observadores serios son unánimes en
reconocer que Fidel Castro era amado por los cubanos, aunque, como en
toda sociedad, siempre ha habido sectores insatisfechos.
Por
otra parte, conviene recordar que Fidel Castro fue elegido cada cinco
años desde la adopción de la nueva Constitución en 1976. Antes, bajo la
Cuba revolucionaria, hubo otros dos presidentes: Manuel Urrutia de enero
a julio de 1959 y Osvaldo Dorticós de julio de 1959 a diciembre de
1976.
Conviene saber que hay elecciones directas en Cuba a
nivel municipal, provincial y legislativo. Todas se hacen con escrutinio
universal y secreto cada dos años y medio para las elecciones
municipales y cada cinco años para las provinciales y las legislativas.
El Partido Comunista cubano, que es el único partido político de la
isla, no desempeña en absoluto ningún papel electoral. La legislación
cubana prohíbe al PCC designar a los candidatos. Son los electores, en
sus circunscripciones, quienes designan a los candidatos. Para cada
elección, hacen falta al menos dos candidatos y como máximo ocho. Una
vez designados los candidatos, su currículum se pone en la plaza
pública. Se prohíben las campañas electorales. Conviene recordar también
que en Cuba los elegidos pueden ser revocados durante su mandato si lo
deciden los electores. Por ejemplo, un diputado electo con un 57 % de
los votos podrá ser revocado por los electores si el 57 % + 1 expresa su
voluntad en ese sentido.
Para las elecciones presidenciales se
trata de un proceso indirecto. Es el Parlamento quien elige entre sus
diputados a los miembros del Consejo de Estado y del Consejo de
Ministros así como a su Presidente. Así, para llegar a la Presidencia de
Cuba, Fidel Castro primero tuvo que ser designado candidato al
Parlamento, luego elegido diputado por sufragio universal y secreto y
después elegido por el Parlamento como Presidente del Consejo de Estado y
del Consejo de Ministros. En Cuba el Presidente es a la vez jefe del
Estado y el Jefe del Gobierno.
¿Verdadero o falso? Salim Lamrani analiza los clichés sobre Fidel Castro